miércoles, 17 de febrero de 2010

Homosexualidad ritual en Melanesia

Melanesia es un territorio geográfico de decenas de miles de kilómetros cuadrados, desde Islas Fiji por el Este hasta las islas cercanas a la costa Irian Jaya por el Oeste.

Lo habitan entre 700 y 1000 variantes culturales diferentes y el número de lenguas y dialectos que se hablan supera las 2000, por lo que un estudio de cualquier tipo sobre sus pobladores es una tarea complicada. Sin embargo, a lo largo del siglo XIX y sobretodo el XX, Melanesia ha sido un foco muy importante de interés antropológico.

Que la homosexualidad existe en Melanesia, está fuera de toda duda, si bien la sexualidad en general y la homosexualidad en particular deben ser analizadas como parte de una tradición global, contextual y social, pues en un mismo individuo se encarnan significados culturales y deseos personales.

Por esta razón, las prácticas homosexuales melanesias son un fenómeno diferente al del individuo homosexual occidental y esto aunque, en Melanesia, podría hablarse incluso de relaciones homoeróticas entre individuos del mismo sexo. Estas relaciones están siempre estructuradas por edad, que es la variable clave que las define, como en el ritual del muchacho y su mentor o "inseminador".

No todas las culturas melanesias practican la homosexualidad; el antropólogo Herdt, las sitúa entre un 10% y un 20%, existiendo gran diversidad en los rituales. Layard, otro antropólogo, llama a estos grupos "sociedades admiradoras de hombres" y "comunidades de compañeros". Viven en poblados pequeños y con pocos habitantes, y existe un gran desequilibrio a favor de los varones frente a las mujeres así como una baja tasa de fertilidad, factores que pueden estar relacionados con su cultura de la sexualidad.

Practican admisiones ceremoniales celebradas para un cierto número de candidatos, siempre masculinos y de pertenencia obligatoria. Esta iniciación sitúa a los muchachos en sociedades secretas de hombres de las que las mujeres y los niños están totalmente excluidos. Suele producirse antes de la pubertad e indica también una separación de la madre, del hogar y de los compañeros de juegos.

En suma, un rito de paso con toda la fuerza del tabú, tan característica de las sociedades exóticas, donde la tecnología o la economía se han mantenido en grados de desarrollo ínfimos. El acto homosexual incorporará al muchacho al nuevo grupo, con un estatus nuevo. Desde el punto de vista de los nativos, la meta clave del contacto sexual es la "inseminación", es decir, introducir el esperma en el cuerpo del muchacho para que pueda crecer, lo que actúa como función social para el mantenimiento del culto, la obediencia a la autoridad, el desarrollo de la agresividad y la definición antagónica frente a las mujeres.

Sobre la parte erótica de la homosexualidad ritual,algo resulta obvio como indica Herdt: sin deseo erótico, excitación y consumación es imposible cualquier acto sexual. Deberíamos de tratar de entender mejor cómo la fluidez de la condición humana permite este tipo de sexualidad melanesia. La erótica de la vida cotidiana en Melanesia está relacionada con nociones de identidad pues, en estas sociedades, los hombres tienen que recurrir a un conjunto de sensibilidades emocionales y cognitivas para crear vínculos entre ellos, de forma parecida a cómo los hombres y las mujeres utilizan nociones de amor romántico en los matrimonios de libre elección en la cultura occidental.

Estudiar todas las culturas melanesias que practican la homosexualidad ritual masculina sería una tarea excesiva, pero en la red podemos encontrar una  amplia muestra de rituales homoeróticos, aún sabiendo que la imagen que se proporciona es parcial puesto que es necesario entenderlos en medio de otros ritos practicados por los pobladores de melanesia y que regulan otras facetas de su modo de vida. 





La homosexualidad, bien sea ritual o como aspecto común de la vida cotidiana, no es exclusiva de los tiempos modernos. En el mundo antiguo (Egipto, Grecia, Roma, etc) es un hecho abundantemente documentado. Las fuentes históricas disponibles sobre la práctica homosexual en la antigua Roma, sus actitudes y acep`tación del hecho son abundantes. Hay obras literarias, poemas, grafitos y comentarios sobre las predilecciones de todo tipo de personajes, incluso emperadores solteros y casados.

En la Grecia clásica, las representaciones gráficas son más escasas y, aunque el término homosexualidad no tiene una traducción específica, parece ser que la bisexualidad era la norma.

Como dato curioso encontramos que en la antigua Roma las relaciones homosexuales se establecen como interacciones amo/esclavo. Usar a los esclavos para la satisfacción sexual era considerado legítimo, incluso en contra de los deseos del esclavo. Era aceptable que un ciudadano romano adulto penetrara a su esclavo, hombre o mujer, pero no estaba bien visto que él fuera el penetrado.



También en el antiguo Egipto encontramos abundante documentación sobre la homosexualidad. En 1964, en la necrópolis de Saqqara, un arqueólogo descubrió una tumba donde se representaban escenas de la vida cotidiana en pareja de manicuros (Niankhkhnum y Khnumhotep) incluso abrazándose afectuosamente. Habían estado empleados en el palacio del Rey Niuserre (quinta dinastía) alrededor de 2.400 aC. Las imágenes de estos dos hombres en la tumba eran muy similares a las de matrimonios heterosaencontrados en otras tumbas del mismo período.





La sexualidad en general y la homosexualidad en particular deben ser analizadas como parte de una tradición global, contextual y social, pues en un mismo individuo se encarnan significados culturales y deseos personales. Es un hecho documentado desde tiempos remotos, en las más dispares sociedades y culturas, con diferentes grados de aceptación según la moralidad dominante en la época. Los ritos y los tabúes relacionados con la sexualidad, homo o hetero, son una constante en la historia de la humanidad.


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